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“¡Hola, mi amor!”fueron las tres palabras que cantaron los labios de Awilda Ocasio cuando entraba una habitación.

“Ella amaba a todos … Todos la amaban”, dijo Judi Moore, bibliotecaria y supervisora de la sucursal de la Biblioteca McPherson Square. “La conocí durante 15 años y no recuerdo que nadie se haya enfadado con ella”.

Ocasio, quien trabajó durante 12 años en Impact Services y pasó su vida luchando por mejorar el vecindario de Kensington, murio de neumonia en abril de 2017. Pero hoy en día, su memoria sigue viva, en los corazones de quienes las conocían en el vecindario y el centro del mural “Heart of Kensington” de Ann Northrup en las avenidas Kensington y Allegheny.

“Ella era el corazón de Kensington”, Northrup dijo.

En el mural, Northrup dijo que Ocasio representa a una artista carismática quien reunió a los niños y los hipnotizó con color. Ella es fotografiada rodeada de niños y sosteniendo una paleta de pintura. Ella también está enmarcada por un gran corazón, un elemento de diseño que a menudo se pasa por alto, dijo Northrup, que se arquea desde los bordes del tren y limita la escena.

Northrup quería que un miembro prominente de la comunidad fuera la cara del mural, y la comunidad le dijo que Ocasio era “la única”.

“Ella era una gran parte de la conexión entre la comunidad y los servicios sociales”, dijo Marco López, el hijo menor de Ocasio. “Hasta el dia de hoy, la gente me dice que el vecindario no es lo que solía ser“.

Los hijos de Awilda Ocasio, Marco López (izquierda) y Edgardo Colón, se paran frente al mural del Corazón de Kensington en las avenidas Kensington y Allegheny sosteniendo un marco con la foto de boda de su madre y la tarjeta conmemorativa el 25 de febrero de 2019. (Foto por Solmaira Valerio)

Ocasio dejo atras a cinco hijos — Erica, Edgardo, Jessica, Vicky y Marco — y innumerables relaciones cercanas con los residentes de Kensington, quienes notaron el amor, la energía y las influencias positivas que Ocasio tuvo en Kensington durante toda su vida.

“Ella era la madre que todos buscarían tener”, dijo Dennis Payne, un residente de Kensington y amigo de Ocasio.

Dirigido por la concejal Maria Quiñones-Sánchez en mayo de 2017, el Concejo Municipal de Filadelfia cambió el nombre de la cuadra 3000 de la calle F entre la avenida Indiana y la calle Clearfield en honor a Ocasio. Ahora llamado “Paseo Awilda Ocasio”, reconoce la dedicación de Ocasio a la comunidad latine.

“Hasta que no podía trabajar debido a su situación de salud, estaba luchando por la comunidad,” dijo López.

Ocasio organizó campañas comunitarias de ropa, fiestas de barrio y noches de cine. Ella ayudó a facilitar los eventos de Playstreets, una colaboración entre miembros de la comunidad y la ciudad para cerrar las calles a los automóviles durante el verano, para que los niños tengan espacio para jugar. También abogó por que la ciudad implemente un programa de almuerzo gratuito para niños en McPherson.

“Su papel era más que una simple descripción del trabajo”, dijo López. “Fue una conexión personal que ella tenía con estas personas y este vecindario”.

Awilda Ocasio dirige a un grupo de niños a través del Parque McPherson Square, más allá del patio de juegos que ayudó a diseñar con cientos de activistas comunitarios y niños en 2010. (Foto cortesía de Dennis Payne)

El sentimiento era mutuo: los niños de la Biblioteca McPherson Square amaban a Ocasio, dijo Moore. Aquellos que no sabían su nombre se referían a ella como la “dama del karaoke,” porque organizaba noches de karaoke en la sucursal. A menudo se convirtieron en competiciones de baile, a las que Ocasio se unió rápidamente, agregó Moore.

En los días previos a su fallecimiento, Ocasio se mantuvo ocupada planificando un evento anual de Pascua para los niños en McPherson. Siempre incluía una presentación especial del “Book Bunny.” Incluso en la enfermedad, Ocasio se demoro en ir al hospital por su dedicación a los niños. Ella falleció la noche del evento de Pascua, dijo Moore.

Apenas unos días después de la muerte de Ocasio, los vecinos de Kensington honraron su memoria con una vigila. Edgardo Colón, su hijo mayor, se sintió conmovido por sus expresiones de gratitud. Una mujer se refirió a Ocasio como “la Madre Teresa de Kensington”, mientras que otro hombre le dijo que Ocasio “lo había salvado de la falta de vivienda”. En lugar de darle comida o dinero, Ocasio lo contrató con un trabajo en Impact Services.

“Ella es inigualable”, dijo Colón. “Ella estaba haciendo esas cosas porque se sentía auténtica para ella”.

De hecho, Ocasio resolvía problemas en Kensington, siempre brindando un enfoque firme pero amoroso al vecindario.

Edgardo Colón, el hijo mayor de Awilda Ocasio, sostiene una camisa que su madre solía usar mientras trabajaba en el vecindario el 25 de febrero de 2019. (Foto por Solmaira Valerio)

“Ella era una persona de línea dura”, dijo Payne. “Ella no toleraría a nadie con una jeringa o bajo la influencia de una jeringa en el área cuando estuviera lista para organizar un evento”.

Sin embargo, ella era consciente del lenguaje que usaba cuando se dirigía a las personas que consumían drogas en el vecindario, dijo Moore.

“Recuerdo que ella dijo, ‘No los llamemos “junkies” porque no son basura'”, dijo Moore.

Ocasio no era del tipo quien renunciaba a una persona o lugar porque las cosas se pusieron difíciles, agregó Moore, especialmente en el vecindario por el que ella era tan campeona.

“Su legado es difundir el amor en toda la comunidad, donde el amor no estaba disponible para ellos”, dijo Colón.

“Ella hizo mucho por el corto período de tiempo que estuvo aquí en la tierra”, dijo Payne. “Si tuviéramos solo 10 Miss Awildas, Filadelfia no tendría ningún problema con nada”.


Editora: Jillian Bauer-Reese / Diseñadora: Jillian Bauer-Reese / Traductora: Solmaira Valerio