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Explore las historias culinarias de nuestros talleres en Kensington y Norris Square

La cocina, al igual que la narración, se puede utilizar como un medio para transmitir la historia y la cultura de una generación a otra. Al continuar las tradiciones de nuestros antepasados ​​y crear conexiones culinarias con otras comunidades, podemos expresar la historia de aquellos que nos precedieron mientras creamos nuevas historias en el camino.

Este fue el tema de nuestros talleres de narración de cuentos de otoño, donde una docena de miembros de la comunidad y visitantes, desde niños pequeños hasta adultos mayores, compartieron sus historias relacionadas con la comida o la cocina.

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Los miembros de la comunidad discuten posibles momentos culinarios sobre los que escribir el 30 de septiembre de 2021 en Ruth Street Community Garden. (Foto por Erin Blewett)

Kensington Voice e Interfaith Philadelphia facilitaron el evento como parte del Proyecto Comunitario de Artesanía de Interfaith Philadelphia  “Kensington Cultiva, Cocina y Sirve” (Kensington Grows, Cooks, and Serves). El proyecto comunitario de artesanía es una serie de eventos en línea y en persona que exploran los sistemas alimentarios y el crecimiento de las conexiones interculturales e interreligiosas en el vecindario. El Jardín Comunitario de la calle Ruth de Philly Unknown Project organizó el primer taller el 30 de septiembre. El jardín estaba decorado con calabazas, murales y canteros elevados. El segundo taller el 2 de octubre se llevó a cabo en el Jardín Comunitario Las Parcelas de Norris Square Neighborhood Project, que es conocido por su celebración de la cultura puertorriqueña y la comida fresca de cosecha propia.

Cada taller incluyó tres estaciones donde los participantes fueron guiados a través del proceso de narración. En la estación de audio, las personas compartieron historias sobre sus tradiciones centradas en la comida mientras hablaban por un micrófono, como un podcast. En la estación de creación de collage, varias personas cortaron fotos de revistas de comida y las pegaron creativamente en hojas de papel. En la estación de escritura, los participantes escribieron cortas historias relacionadas con la comida y la familia. También se distribuyó una guía de recursos alimentarios locales.

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A continuación se muestran las historias culinarias y los collages que se crearon durante los dos talleres.

Para asistir a los próximos eventos en el vecindario, consulte el calendario de eventos de Kensington Voice. Manténgase al día sobre las noticias, las conversaciones y más de Kensington siguiéndonos en Twitter, Facebook, o Instagram.

Estación de Audio

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Estación de audio. (Foto por Erin Blewett)

Carmen Laureano, Elba Lopez y Kalú Fermandois (traductora de Kensington Voice) en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Jeremiah Montalvo en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Jim “Bear” Katona en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

Kalú Fermandois (traductora de Kensington Voice) en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Stephen Hovanec en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

Parker Loesch en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Estación de Creación de Collage

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Estación de creación de collage. (Foto por Erin Blewett)

Angel Rosado en el Jardín Comunitario Las Parcelas 

Britt Carpenter en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

“Collage de verduras” por Britt Carpenter.

Elba Lopez en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Kalú Fermandois (traductora de Kensington Voice) en el Jardín Comunitario de la calle Ruth 

“Mesa de navidad en Chile”.

Mónica Perez (traductora de Kensington Voice) en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

“Comidas tradicionales de México”.

Parker Loesch en el Jardín Comunitario Las Parcelas

“Desde la hacienda hasta la mesa” por Parker Loesch.

Rosalind Pichardo en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

Pichardo dijo que ha estado comiendo aguacates más recientemente y a veces le gusta tomar una copa de vino.

Stephen Hovanec en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

“Una dieta equilibrada puede permitirle construir una base estable de salud para que pueda volar por la vida”.

Estación de Escritura 

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Estación de escritura. (Foto por Erin Blewett)

Angel Rosado en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Nosotros los hispanos hacemos reuniones familiares. Es una festividad donde todos los miembros de la familia participan. Escogen un lugar de preferencia y llevan todo tipo de comidas.

Nunca falta la comida típica que por tradición es arroz con gandules y lechón asado. Por lo regular escogen un parque o un lugar con piscinas. 

Se toman muchas fotos como memorias y luego se comparten. Se hacen juegos. Se pone música y bailan. También les gusta tener camisetas imprimidas con el nombre, “Family Reunion”. 

Jeremiah Montalvo en el Jardín Comunitario Las Parcelas

Me gusta comer arepas con salsa verde picante. La Caleñita es donde voy a comprar arepas con mi mamá. Vamos a la calle 5.

También me gustan las empanadas de carne de res de La Caleñita. La primera vez que comí esas empanadas, las terminé en dos bocados.

Mónica Perez (traductora de Kensington Voice) en el Jardín Comunitario de la calle Ruth

Mis memorias de las comidas familiares

En nuestra cultura mexicana, tenemos muchos días especiales para celebrar en todo el año, iniciando desde 6 de enero que celebramos el día de los Reyes Magos y de ahí comienzan las celebraciones, se parte una rosca de pan llamada (Rosca de Reyes). Las personas que participan y cortan un pedazo de pan y le sale un muñequito dentro de ella les toca preparar los tamales que es la tradición para el día 2 de febrero, día de la candelaria, etc. (dia de las madres, dia de los papas, fiestas patronales, navidad y año nuevo entre otras). Y así cada mes siempre hay alguna época especial para celebrar. Pero en mi familia cada domingo es como tener una celebración ya que mi abuela materna, mis tías y mi mamá siempre llevaban un platillo. Cada domingo era como tener una fiesta e incluso al terminar siempre sobra comida en la que todos comparten y llevan todos para el recalentado.

Las comidas tradicionales son muy extensas pero las principales que mi abuela preparaba eran tamales. Era algo muy común entre nuestras celebraciones ya que es algo práctico, rendidor y económico. También, mi abuela siempre preparaba vaporeras grandes y siempre preparaba de diferentes guisos de pollo o cerdo, rojos o verdes incluso algunos solo de vegetales y queso. También preparaba dulces de piña, naranja etc.

Ahora entiendo, que tan importante es siempre poner atención y aprender lo que más uno pueda de las experiencias y aprendizajes de las personas mayores, ya que ellos no tenían acceso a la tecnología o manuales pero estas deliciosas recetas siempre estaban frescas en su memoria.

Recuerdo que mi abuela no nos dejaba que le ayudaramos. Yo le pregunte algunas ocasiones, “¿Abuelita, le ayudo?” Ella me decía, “¡NO! déjame ahí”, porque decía que incluso la temperatura de la mano era importante. Tenía que ver con el momento de jugar con la masa y el momento de meterlos a cocinar que debían ser por capas poco a poco, que ese era el secreto para que no quedaran aplastados y todos quedaran esponjosos.

En mi comunidad, tenemos muchos platos tradicionales pero los tamales, el pozole o el mole, enchiladas y tacos con diferentes tipos de salsas etc. siempre me recordarán a mi abuelita. Porque aunque yo los prepare o pruebe los platillos que alguien más hizo nunca llegan a tener ese sabor exquisito y delicioso que siempre distinguió su comida y que cuando uno lo probaba, no podíamos resistirnos a pedir otro más.

Empecé cocinando por necesidad, ahora disfruto preparando comida. Me encanta ver cuando mi familia o las personas que la llegan a probar les agrada. Es un placer poder aprender y compartir experiencias culinarias.

Darryl Thomas de Norris Square

Cena del domingo en casa de abuela

Cuando era joven, el domingo era un día de reunión y adoración. La mayoría de los domingos constaban de dos agendas principales: la iglesia y la cena del domingo. El domingo por la mañana nos levantábamos temprano. Nos bañamos, nos vestimos con nuestros mejores trajes e íbamos a la iglesia. Este día a veces podía comenzar tan temprano como a las 7:30 a.m. Cuando llegábamos a la iglesia, los niños iban a la escuela dominical y los adultos al estudio bíblico. Mientras estábamos en la iglesia, la cena se cocinaba a fuego lento en la estufa y se cocinaba lentamente en el horno. Una de mis tías solía quedarse en casa para asegurarse de que todo saliera bien. En la mayoría de las ocasiones, íbamos al sermón dominical después de la escuela dominical y el estudio bíblico. El servicio comenzaba a las 11 a.m. o al mediodía y duraba hasta muy tarde. Después del sermón, nos despedimos de todos y volvimos a casa.

Cuando llegabamos, todos se cambiaban de ropa y mirabamos fútbol americano en una televisión en blanco y negro. Todavía no había demasiadas televisiones en color en los hogares y aún no habíamos comprado una. Los Baltimore Colts eran el equipo local que todos apoyaban y estábamos orgullosos de tenerlos como tales.

Mientras nos sentábamos alrededor de la mesa del comedor, donde cabía casi toda la familia, primero bendecimos la comida. Después, servían la cena. Estas fueron algunas de las mejores comidas que había comido: pollo frito, jamón al horno, cubierto con piñas, verduras, maíz en la mazorca y puré de papas o al horno. Lo comimos con té helado. ¡Qué comida! Con las fiestas que se acercan, estos recuerdos me vienen a la mente y los aprecio.

El tiempo que pasé con la familia y los amigos siempre fue inolvidable. Por lo tanto, disfrute de sus fiestas, manténgase seguro y aproveche al máximo esta temporada de fiestas.


Traductora: Mónica Perez / Editoras: Mónica Perez, Zari Tarazona, Solmaira Valerio / Diseñador: Henry Savage