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Superando las dificultades en el sistema escolar de educación pública de Filadelfia: ‘Soy más que una estadística’

Casi 10 años después de la orientación de William Griffin en la escuela preparatoria, un recuerdo todavía sobresale en su memoria.

“Mi directora nos sentó en el auditorio y dijo: ‘Mira a tu izquierda, mira a tu derecha. El estudiante a tu lado no estará allí cuando llegues a la graduación’. Estos momentos dieron forma a la manera en que veía la escuela preparatoria”, recuerda Griffin, graduado en 2011 de Jules E. Mastbaum High School, una escuela secundaria de educación técnica y profesional en Kensington.

Me gradué con Griffin y recuerdo vívidamente la sensación de fatalidad que se apoderó del auditorio cuando nuestra directora dijo esas palabras.

A los 15 años de edad, escuchar un mensaje tan desalentador de un adulto con una figura de autoridad parecía demostrar que nuestras posibilidades de triunfar en la vida eran poco prometedoras. Solo preocuparnos por nuestra existencia como adolescentes en una nueva escuela fue un privilegio que no pudimos tener.

Aunque el mensaje de la directora no se refleja en la tasa de graduación más reciente de los últimos cuatro años de Mastbaum, que fue del 89 % en el 2020, solo el 15 % de los graduados de 2020 se inscribieron en la universidad el otoño siguiente. Por lo tanto, existe una desconexión entre simplemente graduarse y recibir la educación de calidad necesaria para tener éxito en la vida después de la escuela preparatoria.

Video by Solmaira Valerio

En Filadelfia, el acceso a una educación de calidad sigue siendo desigual

Todas las escuelas de Filadelfia tienen un puntaje del reporte de progreso escolar (School Progress Report, SPR -por su sigla en inglés-) que mide el desempeño de las escuelas en el rendimiento académico, el progreso, el clima escolar y la preparación universitaria y profesional. Las escuelas con puntuación de 0-24 % se recomiendan para intervención porque, según la base de datos de escuelas del Distrito Escolar de Filadelfia, “el rendimiento es bajo y se requieren cambios”. La puntuación de Mastbaum fue del 21 % para el año escolar 2018-19; debido a COVID-19, no se calculó ninguna SPR para 2019-20.

Pero este no es un problema de Mastbaum; es un problema del distrito escolar. La tasa de graduación de Mastbaum es en realidad la más alta del vecindario. En el área de Kensington, la diferencia entre las tasas de graduación de las cuatro escuelas preparatorias y los puntajes de SPR para el año 2018-19 fue clara:

La tasa general de graduación de cuatro años de todas las escuelas en Filadelfia es del 76 %, con una puntuación SPR general del 44 %. Según el Distrito Escolar de Filadelfia, las escuelas con una puntuación del 25 al 49 % necesitan “apoyo intensivo para mejorar”.

En Pensilvania las brechas de acceso a las oportunidades educativas se encuentran entre las cinco peores a nivel nacional en términos de raza y pobreza, según un estudio de 2020 por la organización local sin fines de lucro Research for Action, titulado “Acceso desigual a las oportunidades educativas entre los estudiantes de preparatoria de Pensilvania”.

En Pensilvania, los estudiantes negros e hispanos están matriculados de manera desproporcionada en escuelas preparatorias de alta pobreza que brindan menos oportunidades educativas. Esos estudiantes representan el 65 % de la población de esas escuelas. Mientras tanto, los estudiantes negros e hispanos representan solo el 8 % de las escuelas preparatorias de baja pobreza y el 17 % de las de pobreza media, y esas escuelas brindan más acceso a oportunidades. Los estudiantes asiáticos representan el 5 % de la población en escuelas de alta y baja pobreza. La población estudiantil de Mastbaum es 44 % negra y 45 % hispana, lo que representa el 89 % de la población escolar.

A pesar de que hace 70 años la Corte Suprema dictaminó que la segregación racial en las escuelas públicas es inconstitucional, las escuelas estadounidenses siguen estando segregadas en la actualidad. Innumerables artículos (aquí, aquí y aquí) han abordado el tema.

La calidad y la financiación de la educación pública en Pensilvania también pueden afectar a algunos estudiantes y sus comunidades más allá de la graduación. Las escuelas de alta pobreza ofrecen menos oportunidades educativas. Mientras menos oportunidades educativas tengan los estudiantes, es menos probable que obtengan un título de escuela preparatoria o universitaria.

E incluso si uno puede obtener un diploma de escuela preparatoria, no significa que podrá salir de la pobreza. Según un reporte del congreso en el 2020 sobre Características demográficas y sociales de las personas en situación de pobreza: 2018, cerca del 55 % de los adultos en pobreza y en edad de trabajar solo tenían un diploma de escuela preparatoria.

Una estadística viviente

En 2011, me convertí en la primera de mi familia en graduarme de la escuela preparatoria y asistir a la universidad.

Cuando primero me transferí a Temple del Colegio Comunitario de Filadelfia (Community College of Philadelphia, CCP -por su sigla en inglés-), me pareció surrealista pensar que incluso había llegado tan lejos en mi vida. Sin embargo, ser un estudiante universitario de primera generación fue una experiencia solitaria. No tenía a nadie que entendiera y pudiera ayudar a guiarme; Lo descubrí por mi cuenta.

También estaba constantemente alternando dentro y fuera de este nuevo mundo de educación superior al que repentinamente tuve acceso. Sentí que ya no había lugar para que mi ser auténtico existiera, tanto en la escuela como fuera de ella. En cambio, solo versiones disminuidas de mí misma que cumplieron con las expectativas de los demás.

Mi tiempo en Temple se volvió más solitario y se sentía deshumanizante cuando rápidamente me di cuenta de que yo era el ejemplo perfecto de una minoría que vencía las probabilidades en contra.

Recuerdo estar sentada en una de mis primeras clases en Temple cuando nuestro profesor compartió algunas estadísticas sobre cómo los negros, los indígenas y las personas de color (Black, Indigenous and people of color, BIPOC -por su sigla en inglés-) tienen una mayor probabilidad de experimentar pobreza y desempleo debido a la falta de educación de calidad. La mayoría de mis compañeros de clase se sorprendieron con esta nueva información. Como latina con un padre inmigrante y una madre que se mudó de Puerto Rico al norte de Filadelfia, esto no fue una novedad para mí. Pero me di cuenta de que mis amigos, mi familia y yo somos algunas de las personas que componen estas estadísticas.

No sé si me disgustó más el hecho de estar en un mar de estudiantes que no entendían y no podían entender mi experiencia por su privilegio o por el hecho de que la mera existencia de personas como yo se redujera a un número.

Pienso mucho en este momento y en cómo me ha dejado sintiéndome ignorada e invisible. Recordé cómo me sentí de la misma manera cuando estaba en Mastbaum, y me pregunté cómo se sentirían mis compañeros graduados de la escuela preparatoria hoy.

Más que una estadística

Ha pasado oficialmente una década desde que se graduó la clase de 2011 de Mastbaum. Hemos superado y logrado mucho más de lo que la sociedad jamás reconoce.

Entonces, para crear un espacio para que la gente recupere sus propias narrativas y para ponerle una cara a las estadísticas que borran nuestras historias, me conecté con ocho graduados de la escuela preparatoria Jules E. Mastbaum. En una serie de ensayos personales, esos graduados compartieron sus experiencias personales en el sistema de educación pública de Filadelfia y su capacidad para superar los desafíos provocados por el acceso desigual a la educación de alta calidad.

Lo más importante es que somos más que un número. Somos madres, padres, agentes de bienes raíces, artistas, graduados de primera generación, trabajadores esenciales, emprendedores y sobrevivientes.

Triunfamos a pesar de tener todas las probabilidades en contra y estas son nuestras historias.


Traductora: Mónica Perez / Editora: Mónica Perez, Solmaira Valerio, Zari Tarazona / Diseñador: Henry Savage

Si está interesado en compartir sus experiencias con las escuelas de Kensington, envíe un correo electrónico a editors@kensingtonvoice.com, y consideraremos publicarlo en nuestra sección Voces.