El arte puede provocar conversaciones significativas en nuestras comunidades de manera más orgánica.
Vimos el Concurso de Arte del Verano 2022 como una oportunidad para apoyar las conexiones comunitarias, la conversación y la expresión creativa sobre un problema de salud que continúa afectando desproporcionadamente a las comunidades a las que servimos: COVID-19.
El concurso de arte comunitario fue organizado por nosotros, Kensington Voice, un centro comunitario y sala de prensa que sirve a Fairhill, Harrowgate, Kensington, Norris Square y parte de Port Richmond. Fue patrocinado por la Corporación de Gestión de Salud Pública (PHMC) como parte de los esfuerzos de vacilación de vacunas de PHMC.
En total, recibimos 10 presentaciones de concursos y 121 votos. Los ganadores de cada categoría fueron elegidos a través de un formulario de votación pública. Gracias a todos los que participaron en el primer concurso de arte de Kensington Voice.
Dele un vistazo a las obras de arte y poesía galardonadas a continuación. Publicaremos las presentaciones de los ganadores en nuestro periódico impreso mensual este diciembre.
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Broad King
Noah Goldsmith ganó la categoría Edades 0-9 (presentaciones individuales) con la pintura, “Broad King”. Goldsmith le dijo a Kensington Voice que la obra de arte simboliza que todo en la vida es posible.
La ola de lo bueno y lo malo
Los niños de Visitation BVM Camp ganaron la categoría Edades Mixtas (presentaciones de grupo) y El Mejor del Espectáculo (presentaciones de grupo) con su pintura, “La ola del bien y el mal”.
Patrick Ossel, quien supervisó a los campistas, le dijo a Kensington Voice que los niños vieron el COVID-19 como una ola de muerte y destrucción hasta que salió la vacuna.
Cosiendo el tejido de la comunidad después de COVID
Patrick Ossel ganó la categoría Edades 18+ (presentaciones individuales) y El Mejor del Espectáculo (presentaciones individuales) con la pintura, “Cosiendo el tejido de la comunidad después de COVID”. Ossel le dijo a Kensington Voice que la Ciudad del Amor Fraternal se muestra alrededor de la máquina de coser, que está uniendo esperanza, antígenos de COVID-19 y bolsas donadas (hechas por participantes en su clase de costura en el Centro Comunitario en Visitación) como una forma de unir a la comunidad y retribuir después de COVID-19.
COVID y yo
Layali Lami ganó la categoría Edades 10-17 (presentaciones individuales) con el poema, “COVID y yo”. Lami le dijo a Kensington Voice que el hombre en el poema es una metáfora de COVID-19. Lami cambió el punto de vista para que pareciera una mala relación con una persona. En realidad, es solo un poema sobre la vida y la relación de Lami con el COVID-19.
COVID y yo
Recuerdo cómo se sentía la vida, todo era fácil de ocultar
La escuela fue muy divertida pero se sintió como una carrera.
Español y luego historia, simplemente se sentía como un misterio
Trascender se sintió tan … interminable
Hasta alrededor de enero de 2020, fue cuando escuché sobre alguien tan chistoso.
Al principio no pensé mucho en él, parecía tan oscuro
Pensé que sería dulce que nunca nos conociéramos
Tenía 19 años e hizo la escena más grande,
Tal vez porque estaba tan ignorado
Al principio parecía ser alguien tan inocente y sencillo, un poco como yo.
Tal vez por eso tuve que huir
Sabía que me golpearía con más y más sorpresas.
Tuve que cubrirme, sin saber el seguimiento
Era como una enfermedad que no podía controlar de contraer
Tenía tantos lados diferentes, que fui arrastrada por las mareas.
Era delta y luego alfa, lo que me confundió más que un pentalfa.
Tal vez no sé qué sigue, hay demasiados efectos
Al siguiente segundo es como omicron (15) etapas de duelo
Me golpeó, nos golpeó a todos.
Algunos peores que otros.
Pero desearía que se quedara en mis recuerdos, en lugar de que estuviera creando tesoros.
Él continúa lastimando a más personas después de mí. ¿Seré libre alguna vez?
Todo comenzó tan simple y tan inocente, “tal vez dure una semana”.
Ahora aquí está, tal vez está atrapado aquí para siempre. Solo quiero jalar la palanca
Estoy rezando noche tras noche esperando que se convierta en un recuerdo, pero su nombre es Emory.
Siempre estaré agradecida por el “Antes”, pero ahora es mi turno de hacerme cargo del “Después”
Traductora: Marian Ayala Editora: Solmaira Valerio Diseñadora: Zari Tarazona