En la raíz de cada problema en Kensington está la seguridad. Violencia armada, adicción, basura, falta de vivienda y más… Estos problemas, y las consecuencias de cada uno, no son seguros. Incluso cuando no estamos de acuerdo sobre cómo reaccionar o responder a los problemas, nuestras diferencias radican en cómo creemos que podemos mantener a las personas seguras.
A través de mi pasantía de trabajo social en la Escuela Primaria Lewis Elkin, creé un programa de fotografía extracurricular para estudiantes de 3er y 4to grado centrado en el tema de la seguridad. También soy una residente de Harrowgate de cinco años y miembro del personal del Kensington Soccer Club. Por lo tanto, mi relación con la seguridad en Kensington es personal, y mi comprensión de la situación crece cada día.
El proyecto de fotovoz “Safety Through My Eyes” (“Seguridad a través de mis ojos”) tenía como objetivo darle a los estudiantes de Elkin una voz en el futuro que buscan mientras aprenden más sobre sus emociones en el proceso. Fotovoz es un proceso de investigación participativo basado en la comunidad diseñado para utilizar las historias de los participantes contadas a través de fotos como una forma de datos. Mi proyecto de posgrado que impulsó este esfuerzo se centró en “Arte para el cambio”, que es tal como suena: arte creado con el propósito de iniciar el cambio social. La esperanza era que el proyecto “Safety Through My Eyes” fuera un llamado urgente a los funcionarios de la ciudad y otros tomadores de decisiones para promulgar una reforma de seguridad en Kensington.
El proceso
Los estudiantes participantes en “Safety Through My Eyes” recibieron una cámara digital y cuatro sesiones de taller. De los 20 estudiantes matriculados, todos los estudiantes asistieron al menos una vez, y más de la mitad de los estudiantes tuvieron asistencia perfecta. Cada sesión incluyó un bocadillo y un registro socioemocional; una breve presentación sobre seguridad o fotografía; una actividad involucrando el arte y el movimiento; y un “mantra del cuerpo” para terminar la sesión. Inspirado en el increíble trabajo de Nia Eubanks-Dixon en Creative Praxis, el mantra del cuerpo, que cantamos juntos, enfatizamos que nuestros cuerpos son sagrados, al igual que el cuerpo de todos los demás, y solo podemos protegernos protegiendo unos a otro. El mantra canalizaba el antiguo concepto africano de Ubuntu: “Soy quién soy porque todos somos”.
Al final, los estudiantes, sus familias y la gran comunidad de Kensington fueron invitados a asistir a una exposición de fotografía y celebración de clausura en la Biblioteca McPherson Square, patrocinado por el programa Curadores Comunitarios de Mural Arts Kensington Storefront. Las fotografías de los estudiantes fueron montadas en sus collages de seguridad, y se reprodujo un breve video en el que los estudiantes hablaron sobre sus experiencias y sentimientos acerca de la seguridad en su comunidad.
En el evento hubo bocadillos, una escala de seguridad y instrucciones de registro socioemocional similares a nuestras sesiones de taller. Preguntamos a los asistentes: “¿Qué significa la seguridad para usted?” Algunas respuestas incluyeron “FAMILIA”, “RELAJACIÓN”, “COMUNIDAD”, “conexiones con los demás” y “Menos drogas / Más amor”.
En respuesta a: “¿Qué crees que puede hacer para que su comunidad sea más segura?”, la gente dijo cosas como “FAMILIA”, “ayudar a las personas sin hogar” y “conocerse unos a otros”. Dos personas dijeron algo en el sentido de tener más presencia policial. A los estudiantes también se les hicieron estas preguntas y ellos ofrecieron soluciones que incluían más policías, así como usar mascarillas y lavarse las manos. (COVID-19 ha estado a la vanguardia de sus mentes durante tres años).
Se les presentó una pregunta adicional: “¿Te sientes más seguro después de estar en este club?” Alejandro, un estudiante del grado 4, respondió tímidamente: “Más o menos”. Esta respuesta habla de algunas de las lecciones aprendidas de esta experiencia.
Lo que aprendimos
De esta experiencia, dos ideas centrales reflejan lo que yo y los otros facilitadores aprendimos:
Las personas no se sienten más seguras simplemente aprendiendo más sobre seguridad.
Durante el taller, hubo peleas, tanto con palabras como con las manos, en la misma habitación que denominamos un “espacio seguro”. Se crearon círculos de justicia restaurativa en respuesta a las peleas, y luego volvio a suceder. Esto demuestra que incluso en un proyecto centrado en la promoción de la seguridad, los entornos físicos no eran lo suficientemente seguros como para hacer que las personas sintieran que podían bajar la guardia. Con el evento final programado en la Biblioteca McPherson Square, estábamos emocionados de traer familias a este maravilloso lugar que ofrece recursos mucho más allá de los libros. Sin embargo, las familias y los estudiantes parecían vacilantes sobre la ubicación como si hubiera una barrera mental para acceder a este espacio debido a los peligros que representaba simplemente caminar las dos cuadras desde Elkin hasta la entrada de la biblioteca. Para superar esto, hicimos un grupo de caminata para familias que se sentían inseguras acerca de asistir.
Cuando el peso de la discriminación, la desigualdad y la negligencia social constantemente amenaza la existencia de uno, es natural responder con violencia si siente que no hay otras opciones. Creo que esta es la razón por la que los niños eligieron pelear ante todo. Nuestra esperanza es que, aunque no siempre podríamos hacer que los estudiantes se sientan o actúen de manera más segura, podríamos darles herramientas para pedir ayuda, compartir cómo se sienten y pensarlo dos veces antes de recurrir a la violencia para protegerse.
Los estudiantes anhelan herramientas para expresarse.
Los estudiantes parecían energizados por su experiencia con la fotografía. Sus fotos nos dejaron boquiabiertos y, además de algunas selfies, fueron reflexivas en relación con el tema de la seguridad. Muchas imágenes mostraban a familiares, amigos, su escuela y símbolos físicos de seguridad (como hidrantes, jabón de manos y cinturones de seguridad). Muchos estudiantes y familias pidieron más tiempo en sus proyectos, y lamentamos no haber tenido ese tiempo para darles.
Al usar la escala de seguridad durante nuestras sesiones de taller, repartí notas adhesivas todos los días instruyendo a los niños a colocar sus nombres en la escala de seguridad para compartir lo seguros que se sentían hoy. Le dije: “Uno significa que estás realmente inseguro y necesitas ayuda, y 10 significa que te sientes 100% seguro”. Los estudiantes tomaron esto en serio. Cuando estallaron las peleas antes mencionadas durante las sesiones, los estudiantes corrieron para mover sus nombres a una parte diferente de la escala.
“Safety Through My Eyes” fue una experiencia increíble, y esperamos que sea una llamada a la acción para aquellos en nuestra comunidad y a nivel de la ciudad que tienen el poder para hacer que nuestros estudiantes se sientan más seguros. Si estás en esa categoría, te dejo con estas llamadas a la acción inspiradas en las voces de nuestro fotógrafos estudiantes y nuestra comunidad:
- Hacer que los espacios públicos sean más seguros.
- Promover las asociaciones entre las escuelas y bibliotecas y priorizar la seguridad de estos espacios, entre otros.
- Financiar las escuelas adecuadamente para que puedan aumentar la seguridad de los estudiantes y implementar programas socioemocionales para que los estudiantes aprendan a expresar sus sentimientos.
- Confíe en las voces más jóvenes de esta comunidad y valore su aportación en la mayor conversación sobre seguridad y reforma en Kensington.
Para ver algunas de las fotos que los estudiantes crearon para el proyecto de fotovoz “Safety Through My Eyes”, haga clic en la galería a continuación.
Traductora: Marian Ayala / Editoras: Solmaira Valerio, Zari Tarazona / Diseñador: Khysir Carter