Quince minutos después de que abrieran las urnas el martes por la mañana, Marnie Aument-Loughrey, líder del Distrito 33, ya estaba conduciendo por el vecindario abordando problemas en las urnas.
Primero, en JJ’s Café en Juniata Park, las máquinas no aceptaban las boletas completadas, y el número para reportar un problema con las máquinas dejaba a los llamantes en espera hasta que la llamada se cortaba, dijo Augment-Loughrey. Después de que Aument-Loughrey se dio cuenta de que había un problema con la impresora, ella y los trabajadores electorales tuvieron que buscar ayuda en otro lugar.
“Como no pudimos comunicarnos con esa línea, llamé a un asistente administrativo que conocía que trabajaba allí”, dijo Aument-Loughrey. “Y él dice, ‘Eso no es mi departamento’. Dije, ‘No me importa si es tu departamento o no, tráeme un técnico de máquinas aquí abajo’”.
Mientras esperaban que arreglaran la máquina, los votantes tuvieron que usar boletas provisionales para emitir sus votos. Las boletas provisionales son boletas de papel utilizadas como una medida de seguridad si los votantes creen que son elegibles para votar y los funcionarios electorales del condado necesitan más tiempo para determinar su elegibilidad. Por ejemplo, supongamos que un trabajador electoral no puede encontrar a un votante en el libro de votantes de su división. En ese caso, le proporcionarán una boleta provisional que requiere verificación antes de ser contada.
Aunque Aument-Loughrey se alegró de ver que los votantes aún podían votar, dijo que los problemas que tuvieron no deberían haber ocurrido en primer lugar.
“Esa no es la razón por la que la gente sale a votar”, dijo Aument-Loughrey. “Si así es como querían votar, podrían haber hecho una boleta por correo”.
Los líderes de distrito como Aument-Loughrey son responsables de respaldar a los candidatos para su distrito, crear boletas de muestra, organizar iniciativas de participación de los votantes y organizar elecciones. Los distritos son distritos individuales de impuestos y votación divididos por división, y Filadelfia tiene 66.
Además de los problemas con las máquinas de votación, Aument-Loughrey también tuvo que lidiar con reemplazar a un trabajador electoral que ya no podía trabajar debido a una emergencia médica familiar.
“La vida sucede”, dijo Aument-Loughrey. “Los niños se enferman, los padres se enferman, los cónyuges se enferman”.
Sin embargo, Aument-Loughrey enfatizó la importancia de que los sitios de votación cuenten con todo su personal por dos razones. Primero, tener un personal completo ayuda a que la elección se desarrolle sin problemas y, segundo, las caras familiares animan a la comunidad a salir y votar.
“Lo creas o no, la gente está acostumbrada a acercarse y ver una cara familiar allí”, dijo Aument-Loughrey. “Y cuando no ven esa cara familiar, dicen, ‘Espera un momento, ¿qué está pasando?’’
A las 10 a.m. en la escuela primaria Willard, Aument-Loughrey se estaba preparando para regresar a verificar el estado de las máquinas en JJ’s Café, que sirve a las divisiones 11 y 12 del Distrito 33.
Aunque los votantes fueron llegando a la escuela poco a poco, Aument-Loughrey citó problemas de distancia y de accesibilidad como razones por las que la participación fue baja.
Según Aument-Loughrey, las divisiones 17 y 18 del Distrito 33 anteriormente votaban en la Biblioteca McPherson en el sótano de la sucursal. La biblioteca carece de ascensores y rampas, por lo que los votantes solo podían entrar al espacio por la escalera. Debido a la inaccesibilidad para silla de ruedas, la ubicación de votación se trasladó de McPherson a la escuela primaria Willard en el Distrito 25.
“Así que la gente tiene que caminar desde E y Allegheny, o por Allegheny a Kensington, y luego hacia abajo y alrededor de aquí, tienen que caminar hasta Clearfield y Jasper para votar”, dijo Aument-Loughrey, describiendo la ruta típica para los votantes.
“Eso tampoco es accesible para discapacitados porque le estás pidiendo a la gente que salga más de su camino para votar”, dijo Aument-Loughrey. “Se les está privando de sus derechos a llegar a los lugares para votar, y no todos aquí abajo conducen”.
En el Harrowgate PAL, que sirve a las divisiones 15, 19, 21 y 22 del Distrito 33, los votantes llegaron en carro y a pie. Algunos adolescentes jugaban con una pelota de fútbol afuera en el patio mientras los residentes entraban en las urnas.
Israel DeLeon, miembro del comité para la división 22 del Distrito 33, dijo que aunque no surgieron problemas grandes en el lugar de votación, tampoco hubo una gran afluencia de votantes.
“Ha sido una participación lenta, pero generalmente nos inundan los votantes después de las cuatro de la tarde”, dijo DeLeon
DeLeon confiaba en que verían más votantes.
"Saldrán", dijo.
DeLeon, votante desde que cumplió la mayoría de edad, dijo que nunca faltó a una elección y ahora utiliza su papel como persona del comité para mantener a su comunidad comprometida, comenzando en casa.
“Mi hijo está aquí conmigo, y salió hoy. Mi hija está trabajando adentro”. Dijo DeLeon. “Les dije a mis hijos, tienes que empezar por algún lado. Tienes que presionar ese botón. Tienes que entrar. Tienes que votar por cambios”.
Como miembro del comité, personas como DeLeon trabajan en conjunto con su líder de distrito. Los votantes en cada división y distrito eligen a una persona del comité que representa a su partido. Una vez que se establece un comité, todas las personas del comité se reúnen para elegir a los líderes de sus respectivos distritos. Algunas responsabilidades de las personas del comité incluyen registrar a los residentes para votar y contratar personal para las elecciones.
“Necesitamos mejores, mejores calles. Necesitamos una mejor educación. Necesitamos [un] mejor entendimiento de la comunidad”, dijo DeLeon. “... Estamos votando por un nuevo alcalde, y parte de mi trabajo en la elección es hacer un cambio, tener un cambio en la ciudad y unir a la comunidad”.
En la escuela secundaria Mastbaum, Cassandra Hargrove saludo a los votantes con ánimo en su voz. Hargrove ha trabajado en las urnas durante más de 28 años y también estaba segura de que, a pesar de la baja participación de la mañana, la fila estaría llena de votantes después de que salieran del trabajo.
La participación fue buena para las elecciones en las que figuraban presidentes y gobernadores. Sin embargo, las elecciones locales tuvieron dificultades para conseguir la misma cantidad de personas, dijo Hargrove.
“Los jueces y demás, a mucha gente no les importa, pero no saben que eso es importante”, dijo Hargrove. “Porque no lo saben, por eso tenemos una baja participación. Quieres a alguien que ayude a la gente, no alguien que tenga prejuicios contra las personas y que esté ocupando esos puestos de jueces”.
Independiente de los resultados, Hargrove dijo que espera que las personas elegidas tengan en cuenta los mejores intereses de la ciudad.
“Rezo para que quienes ocupen estos puestos se unan para hacer algo sobre la tasa de criminalidad”, dijo Hargrove. “Que todos juntos hagan algo por la ciudad, por nuestra sección de la ciudad. Y que todos se unan y se aseguren de que no se violen los derechos de todos, de que todos mantengan sus derechos”.
Esta historia es parte de Cada Voz, Cada Voto, un proyecto colaborativo gestionado por el Instituto Lenfest de Periodismo. El apoyo principal lo proporciona la Fundación William Penn con financiación adicional del Instituto Lenfest, Peter y Judy Leone, la Fundación John S. y James L. Knight, Harriet y Larry Weiss y la Fundación Wyncote, entre otros. Para obtener más información sobre el proyecto y ver una lista completa de quienes lo apoyan, visite www.everyvoice-everyvote.org. El contenido editorial se crea independientemente de los donantes del proyecto.
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