Nota de la editora: Este artículo se publicó originalmente en inglés por Vince Lattanzio para NBC10. Fue traducido por Diana Cristancho y editado por Gabriela Rivera para Kensington Voice.
Las protestas y los disturbios civiles ocurriendo en Filadelfia en los últimos días están sucediendo en paralelo a la pandemia de COVID-19. Y aunque los funcionarios de la ciudad apoyan el derecho a manifestarse, les preocupa que la falta de distanciamiento social entre miles de personas cause un aumento en los casos del coronavirus.
Filadelfia ha estado cerrada desde marzo para evitar la propagación del coronavirus. La ciudad, junto con sus condados circundantes, está en camino de pasar a la “fase amarilla” de reapertura el viernes.
El martes, el departamento de salud de la ciudad le pidió a cualquier persona involucrada en las protestas que tomara precauciones, como hacerse la prueba del virus, incluso si llevaban una máscara.
“Debido a la gran cantidad de personas que han participado en actividades de protesta en Filadelfia, el Departamento de Salud cree que puede haber una mayor probabilidad de que los participantes hayan estado expuestos al COVID-19”, dijo el departamento en un comunicado de prensa el martes.
Los funcionarios de salud piden que los manifestantes monitoreen sus síntomas de fiebre, tos o dificultad para respirar durante 14 días, limiten la exposición a los demás durante el mismo período de tiempo, usen una máscara facial y se mantengan a seis pies de distancia mientras están cerca de otros y se hagan la prueba de la COVID-19 siete días después de asistir a una protesta.
Las funcionarios dicen que los participantes en la protesta pueden visitar cualquier sitio de prueba y simplemente decir que se pusieron en contacto con alguien que participó en una protesta para preservar su anonimato.
Traductora: Diana Cristancho / Editora: Gabriela Rivera / Diseñador: Henry Savage
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