Nota de la editora: Este artículo se publicó originalmente en inglés por Marie McCullough para The Inquirer. Fue traducido por Solmaira Valerio y editado por Gabriela Rivera para Kensington Voice.
A finales del mes pasado, las autoridades de salud británicas advirtieron al mundo que estaban viendo un pequeño pero sorprendente número de niños que se habían enfermado gravemente con un misterioso síndrome inflamatorio.
Los síntomas de la nueva enfermedad variaron, aunque tenía características de algunas enfermedades pediátricas bien definidas. Aproximadamente la mitad de los niños con el síndrome obtuvieron resultados positivos de coronavirus, pero su enfermedad se desarrolló unas tres semanas después de que los casos de COVID-19 alcanzaron su punto máximo en el Reino Unido.
Ahora, hospitales, departamentos de salud, grupos médicos, e investigadores de todo el mundo están en alerta por lo que ha sido llamado torpemente “síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico temporalmente asociado con COVID-19”. Es la última complicación aparente del virus insidioso que generalmente causa síntomas leves, o ninguno en absoluto, en los niños.
El nuevo síndrome “es definitivamente su propia cosa”, dijo Audrey John, jefa de enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Filadelfia,
que ha atendido a varios niños que se han recuperado. “La asociación con COVID-19 es fuertemente sugestiva pero no definitiva”.
En el Hospital Infantil St. Christopher, que ha atendido a tres niños que se han recuperado, el epidemiólogo y especialista en enfermedades infecciosas Ishminder Kaur reiteró: “Para ver un grupo tan grande, parece lógico vincularlo con el coronavirus”.
La evidencia circunstancial está aumentando. Un estudio realizado en el epicentro del brote de Italia, publicado el miércoles por la noche en The Lancet, encontró que solo 19 niños locales habían sido diagnosticados con una enfermedad inflamatoria rara llamada enfermedad de Kawasaki en los cinco años antes de febrero, pero hubo 10 casos semejante a la enfermedad de Kawasaki entre mediados de febrero y 20 de abril.
“Entender este fenómeno inflamatorio en niños podría proporcionar información vital sobre las respuestas inmunitarias” en niños y adultos, escribieron dos pediatras británicos en un editorial que acompaña al estudio.
Los niños con el nuevo síndrome tienen fiebre alta persistente. Más allá de eso, sus síntomas pueden encajar en toda o parte de las definiciones de la enfermedad de Kawasaki que normalmente inflama los vasos sanguíneos o el síndrome de shock tóxico, en el que la presión arterial baja tanto que los órganos fallan.
“Las características observadas incluyen sarpullido; conjuntivitis [pinkeye]; manos rojas e hinchadas; y labios rojos y agrietados” , según un artículo del Hospital Infantil de Boston. “Algunos niños tenían signos de síndrome de liberación de citoquinas”, una reacción exagerada del sistema inmunitario que ha sido mortal en pacientes adultos con COVID-19.
“Finalmente”, dice el artículo, “muchos niños tenían coagulopatías [anomalías de la coagulación], disfunción cardíaca, diarrea … y otros síntomas gastrointestinales”.
Aunque muchos niños con el síndrome han dado negativo en la detección de coronavirus, algunos de esos niños han dado positivo en detectar anticuerpos contra el virus, un signo de respuesta inmunitario. “Eso sugiere que las complicaciones inflamatorias se retrasaron, ocurriendo cuando el virus ya no era detectable”, señala el artículo de Boston Children.
Un aspecto alentador de la amenaza recién reconocida es que los resultados son en su mayoría buenos. Los fármacos de modificación inmunitaria, en particular los esteroides y las inmunoglobulinas intravenosas, son tratamientos muy eficaces.
Por lo general, “los niños tienen fiebre que desaparece ese día”, dijo John en el Hospital Infantil de Filadelfia. “La función cardíaca tiende normalizarse en un par de días”.
“Los padres deben ser conscientes, pero definitivamente entrar en pánico”, dijo Kaur en St. Chris.
Esta semana, el Departamento de Salud de Pensilvania le ordenó a los hospitales y proveedores de atención médica que reporten casos que coinciden con la definición evolutiva del síndrome inflamatorio. Los números aún no están disponibles públicamente.
“Los casos deben reportarse” sin importar que las pruebas de diagnóstico de coronavirus sean positivas, aconsejó el departamento. El número para llamar es 877-724-3258.
Traductora: Solmaira Valerio / Editora: Gabriela Rivera / Diseñador: Henry Savage
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