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Para la gente negra de Filadelfia, siglos de injusticias llegan a un punto crítico en las protestas por George Floyd

(Kimberly Paynter/WHYY News)

Nota de la editora: Este artículo se publicó originalmente en inglés por Ximena Conde para WHYY. Fue traducido por Diana Cristancho y editado por Gabriela Rivera para Kensington Voice

Nota de la editora: Este artículo no reporta directamente sobre el coronavirus. Sin embargo, el equipo de Kensington Voice ha decidido que es necesario traducir este artículo porque el tema es relevante durante la pandemia del coronavirus.

Más de 500 personas se reunieron el domingo frente al Ayuntamiento de Filadelfia (City Hall) para una manifestación por la paz, exigiendo que el cargo de asesinato en tercer grado del oficial de policía de Minnesota, Derek Chauvin, sea ​​ascendido a asesinato en primer grado por la muerte de George Floyd.

“El oficial que ha sido arrestado no es  suficiente”, dijo el presidente del Capítulo de NAACP de Filadelfia, Rodney Muhammad. “[Los otros oficiales] deben ser acusados ​​y deben ser declarados culpables y todos deben ser condenados”.

De pie cerca de la estatua del activista por los derechos civiles Octavius ​​Catto, el primer monumento público de Filadelfia a un afroamericano erigido en el 2017, los manifestantes reclamaban  que los tres colegas de Chauvin fueran acusados ​​de asesinato en tercer grado por no intervenir mientras Chauvin, que es blanco, presionaba su rodilla contra  el cuello de Floyd durante nueve minutos.

Aun así, la muerte de Floyd fue solo la punta del iceberg.

Hubo ira dirigida a los principales medios de noticias, que continuaron transmitiendo el video gráfico de los últimos momentos de Floyd, re-traumatizando a la gente negra obligados a verlo.

“Estamos cansados ​​de ver al hermano George Floyd tomar su último respiro”, explicó Paula Peebles, presidenta de Pensilvania de la Red de Acción Nacional (National Action Network). “Estamos cansados ​​de escucharlo pidiendo por su madre y sus dos hijas”.

También expresaron ira  por cómo la policía de Louisville disparó y mató a Breonna Taylor en su propia casa en marzo, dijo Melissa Robbins, la activista de Filadelfia que ayudó a organizar el evento del domingo en el Ayuntamiento (City Hall).

También para recordarle a la gente, dijo Robbins, cómo Ahmaud Arbery no podía trotar en su propio vecindario en Georgia sin ser seguido y asesinado a tiros por dos hombres blancos.

Los manifestantes denunciaron a la mujer blanca en Central Park que le llamó la policía a un hombre negro observador de pájaros y le pidió a la policía local que la rescatara de un “hombre afroamericano que amenazaba su vida”.

El pastor de Janes United Methodist Church, Gregory Holston dijo que la forma en que Amy Cooper usaba “su lenguaje y su tono para poder explotar su privilegio de ser blanca para perseguir a alguien negro” era un comportamiento aprendido.

“Tienen que parar de hacer eso”, dijo Holston a los blancos en la multitud. “No puedo detener eso. No estoy en esa mesa. ¡Ustedes están en esa mesa! Tienen que parar”.

Y sí, dijo Peebles, la gente negra de Filadelfia también está enojada por el hecho de que el difunto alcalde de Filadelfia y comisionado de policía Frank Rizzo todavía tenga una estatua en Filadelfia, a pesar de su historial de brutalidad contra las comunidades de color en la ciudad.

“[El alcalde Jim Kenney] se negó a derrotar a ese fascista racista, sin importar lo que le hizo a la comunidad negra en Filadelfia”, dijo Peebles. Una hora antes, Kenney había anunciado planes para mover la estatua, “esperemos” que dentro de un mes.

Otros oradores dijeron que las protestas se centraron en llamar la atención sobre como Filadelfia permanece segregada y cómo la gentrificación está cambiando el rostro de la ciudad.

“Dejen de lastimarnos, dejen de negarnos trabajos … Dejen de negarnos una educación adecuada”, dijo Robbins, hablando directamente a los manifestantes blancos en la audiencia.

Los oradores colocaron gran parte de la carga para cambiar el racismo implícito y explícito-resultado de la esclavitud y Jim Crow- dijeron, sobre sus contrapartes blancas. 

Aún así, Robbins dijo que el objetivo de la manifestación por la paz del domingo no era hacer que los blancos se sintieran culpables, sino darles a los residentes de Filadelfia órdenes de marcha sobre cómo crear un cambio que dure, el primero de los cuales era votar en las primarias este martes.

“El poder está en su voto”, dijo Robbins. “Si no ejercita su poder, usted es parte del problema”.

Emplear el dolor y la ira colectiva que sentía la comunidad negra fue uno de los temas recurrentes de la manifestación de más de dos horas.

Las imágenes del saqueo y el vandalismo que pasaron el sábado por la noche y continuaron el domingo, extendiéndose a otros barrios de la ciudad estaban frescas en las mentes de los organizadores.

El anfitrión de WURD y el columnista de WHYY, Solomon Jones, dijeron que los residentes tenían razón al enojarse porque Filadelfia, como Minneapolis, tiene un cuerpo policial que ha enfrentado acusaciones de racismo.

Los residentes no necesitan buscar más allá de una serie de publicaciones misóginas y racistas en Facebook hechas por más de 300 oficiales de policía de la ciudad, que se hicieron públicas por el Proyecto Plainview. Después de esa revelación el año pasado, los residentes de Filadelfia presentaron sus demandas a la ciudad y más de una docena de oficiales fueron despedidos o decidieron abandonar su posición en la policía.

Jones instó a los manifestantes a dejar claras sus demandas una vez más.

“Entiendo que la gente se enoje y queme cosas. Entiendo que la gente esté enojada y saqueando. Entiendo que la gente se enoje y destruya cosas, pero ¿cuál es su agenda? Jones le preguntó a la multitud. “Porque si no tiene demandas, adivina qué, el poder no concede nada sin una demanda”.

Los asistentes como Taija-Dawn Coleman denunciaron el saqueo, pero ella dijo que entiende por qué está sucediendo.

“Estamos cansados ​​de ser asesinados, estamos cansados ​​de ser tratados injustamente, estamos cansados ​​de literalmente luchar por los derechos humanos”, dijo. “Y la única forma en que parece que los blancos nos entienden es si se sienten inseguros física o financieramente”.


Traductora: Diana Cristancho / Editora: Gabriela Rivera / Diseñador: Henry Savage

Kensington Voice es una de las más de 20 organizaciones de noticias que producen Broke in Philly, un proyecto colaborativo de reportaje sobre mobilidad económica. Lea más en brokeinphilly.org o sígalo en Twitter en @BrokeInPhilly.