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‘No culpo a Mastbaum. Culpo al Distrito Escolar de Filadelfia’.

Mi nombre es Brett Smith y soy un ex alumno de la escuela preparatoria  Jules E. Mastbaum de la clase de 2011. Ser un ciudadano de Filadelfia ha moldeado mi vida de una manera tremenda, pero asistir a escuelas en varios vecindarios de la ciudad me enseñó a sobrevivir y prosperar en casi cualquier tipo de entorno. Hoy, resido en Columbus, Ohio, y sigo una carrera como técnico de HVAC. También soy un artista musical llamado Spark$ Cardiay.

Mis padres, familiares y yo somos todos nativos de Filadelfia pero, ninguno de nosotros reside en la ciudad en la actualidad. Mi madre y mi hermana ahora residen en Georgia, y mi padre en Darby Township, justo fuera de los límites de la ciudad. Mis padres se criaron en los vecindarios de Germantown y Mount Airy y asistieron a Germantown High. Mi hermana y yo nos criamos en el área de Oxford Circle.

Fui a Mastbaum únicamente porque era la mejor escuela en la que me aceptaron. Además, la escuela preparatoria de mi vecindario era Samuel S. Fels, y mis padres no querían que fuera allí debido a su mala reputación. Como estudiante de Mastbaum, asistir a la escuela en Kensington me expuso a una parte de la ciudad y estilos de vida que nunca había experimentado antes de tener que hacer mi viaje diario. Mientras viajaba desde la parada del tren de Allegheny en la línea Market-Frankford hasta Mastbaum, una caminata de cinco minutos me pareció una eternidad. Vi jeringas, grandes cantidades de basura que cubrían el suelo y peleas a diario. Uno solo podía imaginar lo que me depararía un día escolar de ocho horas, cinco días a la semana.

Sin embargo, por alguna extraña razón, no puedo evitar sentir que la experiencia me ayudó a moldearme y me obligó a adaptarme a las condiciones de vida en el vecindario de Mastbaum. Además, la mayoría de la gente del vecindario se veía y hablaba como yo. El único contraste era que a menudo encontraba personas que perdían conciencia y después volvían en sí, y en ese momento, no podía comprender lo que estaba sucediendo. Durante mi primer año, la experiencia fue mucho para procesar, pero en mi último año, sentí que conocía los entresijos de Kensington. Ahora tengo 27 años y comprendo completamente la crisis de sobredosis en Kensington que se ha apoderado de la comunidad.

Mastbaum me permitió asistir a la escuela con una gran cantidad de estudiantes puertorriqueños y dominicanos, lo que no había experimentado antes. Mis compañeros latinos me enseñaron a maldecir en español, lo que todavía considero divertido hasta el día de hoy. Esos estudiantes también me enseñaron las tradiciones culturales de los latinos que me permitieron experimentar la comida latina como los pastelillos y un tipo de galleta llamada Florecitas, que tenía un sabor increíble. Por último, creé lazos y amistades que todavía tienen valor hasta el día de hoy.

En lo que respecta a mi educación, asistir a Mastbaum no me preparó exactamente para lo que la vida tenía que ofrecer después de la escuela preparatoria, pero me dio una perspectiva de cómo podría ser la vida si no hubiera hecho lo que mis padres esperaban de mí. Asistí a Penn State University por cinco años para obtener una licenciatura en Estudios de Medios con la opción de Cine y Televisión. Cuando llegué a la universidad, tuve dificultad en áreas en las que otros jóvenes sobresalían porque asistieron a escuelas que les proporcionaron una mejor experiencia educativa. Por ejemplo, conocimiento de gramática básica y cómo diferenciar palabras que se escriben de la misma manera pero que tienen significados diferentes. Sin embargo, no culpo a Mastbaum. Culpo al Distrito Escolar de Filadelfia por la falta de recursos educativos y maestros que no supieron ni pudieron conectarse con mi crianza como un joven de minoría del centro de la ciudad.

Sin embargo, estoy extremadamente agradecido y orgulloso de haber obtenido mi diploma de la escuela preparatoria de Mastbaum, sabiendo los desafíos que enfrenté a diario. No creo que me hubiera convertido en la persona que soy hoy sin los desafíos que enfrenté al asistir a Mastbaum. Ese capítulo de mi vida siempre será valioso para mí, y realmente creo que no estaría donde estoy hoy sin él.


Traductora: Kalú Fermandois / Editora: Kalú Fermandois, Solmaira VAleri / Diseñador: Henry Savage

Si está interesado en compartir sus experiencias con las escuelas de Kensington, envíe un correo electrónico a editors@kensingtonvoice.com, y consideraremos publicarlo en nuestra sección Voces.