Nota de la editora: Este artículo fue originalmente publicado en inglés por Anna Orso para The Inquirer. Fue traducido por Kristine Aponte y editado por Diana Cristancho y Zari Tarazona para Kensington Voice.
Hace un mes, cuando sólo 57 personas en los Estados Unidos habían probado positivo para el coronavirus, el cirujano general tuiteó en mayúsculas: “¡DEJE DE COMPRAR MÁSCARAS!”
Los funcionarios federales han mantenido esa guía: las máscaras faciales no son efectivas para evitar que el público en general contrae el coronavirus, y no hay razón para que las personas que no son trabajadores de la salud o que no tienen el virus las usen, especialmente cuando los profesionales médicos enfrentan una escasez masiva del equipo de protección.
Ahora, aproximadamente 175,000 estadounidenses han probado positivo para el coronavirus. Y mientras que los expertos todavía dicen que las personas no deban tratar de comprar máscaras de grado médico, la narrativa sobre si todos deban usar una máscara casera o una cubierta facial cuando están en público está cambiando.
En los últimos días, expertos, funcionarios y algunos políticos han presionado al Centers for Disease Control and Prevention para revisar su guía oficial, señalando a otros países, incluidas varias naciones en Asia, así como en la República Checa, que han requerido máscaras o han implementado campañas de uso de máscaras y han visto cierto éxito en el control de la propagación del virus.
El CDC está considerando ahora una revisión de este tipo, una que dejaría claro que las personas no deben usar máscaras de grado médico.
Entre los funcionarios que están presionando al CDC a actualizar su guía se encuentra el senador de Pensilvania Pat Toomey, un republicano que publicó un video apoyando públicamente una campaña de redes sociales llamada #Masks4All, que alienta a los estadounidenses a hacer máscaras caseras para usar cuando deben salir de casa para lo esencial. Toomey parece ser el único miembro del Congreso que ha respaldado tan explícitamente la campaña.
Durante el fin de semana, Toomey empujó la tema en una llamada con Jay Butler, subdirector de enfermedades infecciosas del CDC, según el portavoz de Toomey, Steve Kelly. El CDC, él dijo, no se comprometió a cambiar su guía. El CDC no respondieron a una solicitud de comentario.
A partir del martes, el CDC aún recomiendan que las personas enfermas y los cuidadores usen máscaras, y señala que si las máscaras no están disponibles porque están reservadas para los trabajadores de la salud, una bufanda o un pañuelo puede tener que ser suficiente. Mientras no dice que las personas sin síntomas no deban usar una máscara o cubierta facial, tampoco dice que deban hacerlo.
Kelly agregó que Toomey planea hablar con otros funcionarios de salud pública en los próximos días sobre lo que Kelly llamó “la naturaleza de sentido común de que las personas se cubran la boca y la nariz con una máscara casera o barrera facial cuando absolutamente necesitan salir de sus hogares”.
Otros funcionarios públicos han estado menos seguros, incluido el gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, a quien se le preguntó el lunes sobre el video de Toomey y dijo: “El jurado está fuera [en] exactamente qué hacen estas máscaras”. Dijo que continuaría revisando la ciencia antes de hacer una recomendación de una manera u otra.
La campaña #Masks4All ganó fuerza en los Estados Unidos durante el fin de semana después de que un científico de investigación en San Francisco argumentó en el Washington Post que “todos deberíamos usar máscaras, compradas en la tienda o hechas en casa, siempre que salgamos en público”.
El investigador, Jeremy Howard, señaló los hallazgos en docenas de artículos científicos que indican que incluso las máscaras más básicas pueden ser una herramienta efectiva para reducir la transmisión del virus. Se puede hacer una máscara simple sin coser atando dos capas de una camiseta de mezcla de algodón cortada y cubriendo la cara y la nariz con ella, asegurándose de lavar la cubierta después de cada uso.
Sin embargo, todavía hay mucho desacuerdo entre científicos y médicos. Algunos funcionarios de salud pública han advertido que alentar el uso a gran escala de máscaras sólo tensará aún más los recursos limitados del sistema de atención médica y podría animar a las personas a salir de sus hogares por razones no esenciales.
Lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse la cara, quedarse en casa tanto como sea posible y mantenerse al menos a seis pies de distancia de los demás siguen siendo las formas más efectivas para prevenir la transmisión del virus, dicen los expertos.
“Creo que es realmente importante que las personas no se vuelvan complacientes [si] tienen una máscara casera”, dijo la secretaria de Salud de Pensilvania, Rachel Levine, la semana pasada. “Queremos que la gente se quede en casa”.
David Fleece, director de información médica del Temple University Hospital, dijo a The Inquirer la semana pasada que, dependiendo del material, las máscaras caseras “pueden acercarse a la efectividad de las máscaras quirúrgicas desechables”. Pero, advirtió, “si no está usando el material adecuado y practicando una higiene realmente buena, estos esfuerzos tienen el potencial de empeorar las cosas al proporcionar un falso sentido de seguridad”.
Otros han recomendado un enfoque personalizado. El domingo, el médico y ex comisionado de Alimentos y Drogas, Scott Gottlieb, dijo en Face the Nation que el CDC debe establecer pautas sobre cómo los estadounidenses pueden hacer una máscara en casa, y que alentar el uso de máscaras en público puede ser un buen “paso intermedio”, para hacer la transición de algunas comunidades fuera de las órdenes de quedarse en casa.
Las máscaras quirúrgicas planas o las máscaras de algodón DIY no son necesariamente para evitar que el usuario se enferme, él dijo, sino para proteger a los demás. El virus se transmite a través de gotas de líquidos corporales que pueden escapar de la boca y la nariz, por lo que si alguien infectado está usando una máscara, “es mucho menos probable que transmita la infección”.
El CDC ha recomendado durante semanas que las personas enfermas usen máscaras cuando están cerca de otras personas o cuando reciben atención médica. Pero el virus puede ser transmitido por personas que no están mostrando síntomas.
Judith J. Lightfoot, jefa de enfermedad infecciosa de School of Osteopathic Medicine de Rowan University, está diciendo a sus pacientes que usen una máscara o bufanda sobre la boca y la nariz mientras están en público.
“Hemos visto que este virus afecta a personas sanas, así que no puedo decir quién lo tiene y quién no lo tiene”, ella dijo la semana pasada. “No puedo decir que usted no debe ponerse una máscara…. Todos debe hacer lo que tienen que hacer para protegerse a sí mismo”.
Neil Fishman, director médico del Hospital del University of Pennsylvania, dijo al New York Times que usar una máscara tiene sentido para las personas que trabajan en industrias esenciales. Dijo que las máscaras también pueden evitar que las personas se toquen la cara, una de las principales recomendaciones para prevenir la transmisión del virus, además de practicar una buena higiene de las manos.
Él dijo que las personas pueden mudar del virus durante unos dos días antes de que desarrollen síntomas “y el enmascaramiento puede prevenir la transmisión de esas personas”.
La escritora personal Justine McDaniel contribuyó a este artículo.
Traductora: Kristine Aponte / Editora: Diana Cristancho, Zari Tarazona / Diseñadora: Jillian Bauer-Reese
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