Nota de la editora: Este artículo fue originalmente publicado en inglés por Juliana Feliciano Reyes y Anna Orso para The Inquirer. Fue traducido por Diana Cristancho y editado por Zari Tarazona para Kensington Voice.
Betania Shephard ya está perdiendo trabajo.
Shephard, de 33 años, limpia casas como empleo, centrándose en espacios que se alquilan a través de Airbnb.
Pero a medida que el coronavirus se propaga por todo el mundo, los viajes se han detenido casi por completo y la industria hotelera, de restaurantes y turística se prepara para el impacto. Está empezando a afectar a trabajadores por hora como Shephard, una madre de dos hijos que vive en el noreste de Filadelfia. Ella no ha podido conseguir futuros trabajos.
Shephard está preocupada de pagar sus cuentas, sin mencionar la posibilidad de enfermarse mientras hace los trabajos que todavía tiene. El fin de semana pasado, un cliente canceló un trabajo porque alguien en el sitio había sido puesto en cuarentena recientemente por sospecha de exposición al virus.
“No tenemos seguro médico, entonces las cosas son complicadas, porque si vamos al médico, tenemos que pagar en efectivo”, dijo Shephard, miembro de Pennsylvania Domestic Workers Alliance, en español a través de un traductor. “Si no estoy trabajando, ¿cómo puedo pagar esas cuentas?”
La propagación del coronavirus en la región, y las medidas que se están tomando para mantenerlo bajo control, ha acaba de comenzar a crear una situación grave para los 320,000 trabajadores de servicios de bajos salarios que dan poder a las industrias hoteleras y de venta al por menor en la ciudad.
“La mayoría de nuestro local está sin trabajo en este momento”, dijo Dermot Delude-Dix, analista de investigación de UNITE HERE. Su sindicato representa aproximadamente 4,000 trabajadores de servicio en Filadelfia. La situación se ha visto compuesta por la naturaleza repentina de todos los cierres: el jueves, por ejemplo, los funcionarios de la ciudad anunciaron una prohibición de todas las reuniones públicas con más de 1,000 personas durante los próximos 30 días.
Estos trabajadores (limpiadores, empleados de hotel, cajeros en los estadios) constituyen casi la mitad de la fuerza laboral de la ciudad, y algunos, como Shephard, ya han visto reducciones en el trabajo en medio de eventos cancelados, cierres de ligas deportivas y una prohibición de viajes de Europa a los Estados Unidos. A medida que los funcionarios del gobierno local se apresuran a idear estrategias para apoyar a los trabajadores en la ciudad grande más pobre en el país, los trabajadores por hora han sumido en la incertidumbre, esperando para ver si serán llamados nuevamente.
Los 1,000 limpiadores y trabajadores del servicio de alimentos en el Wells Fargo Center están efectivamente desempleados por el resto del mes. Comcast-Spectacor, que dirige la arena del sur de Filadelfia, pospuso todos los eventos programados hasta el 31 de marzo. Además, todos los juegos de Flyers, 76ers y Wings en la arena están en espera hasta nuevo aviso, ya que la NBA y la NHL se han suspendido sus temporadas. Los trabajadores empleados por Comcast-Spectacor seguirán teniendo pago, anunció la compañía el viernes, y los trabajadores de Aramark en Wells Fargo exigen que su empleador haga lo mismo .
Los hoteles de la región ya han visto caer las tasas de ocupación a medida que las convenciones, juntas y reuniones se han cancelado.
Ed Grose, director ejecutivo de Greater Philadelphia Hotel Association, dijo que aunque los números de ocupación varían según el hotel, estaban entre 85% y 90% antes de la propagación del coronavirus. Ahora, algunos hoteles que no son la sede de grandes convenciones han bajado al 30%, mientras que algunos de los que sí lo hacen están por debajo del 10%.
Grose dijo que un gerente general de un hotel de Filadelfia le dijo que no cree que pueda pagarle a la mitad de su personal de 230 personas desde ahora hasta finales de abril.
“Están haciendo lo mejor posible para asegurarse de que su gente sean cuidados”, dijo Grose, “pero no hay mucho que puedan hacer cuando se observan tasas de ocupación que están por el piso”.
Robyn Thornton, una gobernanta en el Hilton Garden Inn cerca de Reading Terminal Market, es una de esas trabajadoras puestas “de llamada” indefinidamente, a diferencia de un despido, lo que significa que pierde su trabajo de forma permanente.
Thornton, de 35 años, le dijeron el martes que el hotel no podía garantizar horas de trabajo y que tendría que esperar cada mañana una llamada para ver si había trabajo para ella. Thornton, madre de un niño de 6 años, no estaba segura de cómo iba a pagar la renta o las utilidades en su casa del sur de Filadelfia.
“Cuando no tengo los fondos para poder pagar la renta, es como, el propietario no quiere escuchar eso”, dijo Thornton.
Ella planea solicitar desempleo, pero tomará algunas semanas obtener su primer cheque.
Al igual que muchos trabajadores por hora, el seguro de salud de Thornton está vinculado a la cantidad de horas que trabaja en un período de seis meses: si trabaja una cierta cantidad, su atención médica es pagada por su empleador. Pero con estos recortes, eso estará en cuestión. Es un problema para los trabajadores por hora en todo el país en medio del brote.
Delude-Dix de UNITE HERE, el sindicato de Thornton, dijo que esa es una de las preguntas que el sindicato están haciendo a los hoteles: ¿Va a relajar el estándar para calificar para los beneficios de salud?
“Nuestra posición es que nadie debería perder su seguro de salud debido al coronavirus”, dijo Delude-Dix.
La administración Trump ha propuesto una reducción de impuestos sobre la nómina y un alivio económico para los asalariados por hora. Los líderes en el Congreso todavía están negociando con la Casa Blanca sobre cómo se verá un paquete de ayuda de emergencia.
Mientras tanto, el jueves, miembros del Consejo de la Ciudad pidieron a las agencias de la ciudad que desarrollen protecciones para los residentes pobres de Filadelfia que serán los más afectados por los efectos de la pandemia.
La concejal Helen Gym presentó una resolución pidiendo a las agencias que exploren una moratoria temporal de los desalojos y ejecuciones hipotecarias a medida que se propaga el virus; una medida similar se aprobó en San José, California, y los defensores piden lo mismo en Nueva York. PECO, Philadelphia Gas Works y el Departamento de Agua de Filadelfia anunciaron el viernes que suspenderían temporalmente los cierres.
Y la concejal Kendra Brooks presentó una resolución solicitando que las agencias municipales exploren pólizas para proteger a los trabajadores, como garantizar beneficios de atención médica para los trabajadores durante toda la pandemia, extender la ausencia por enfermedad pagada obligatoria y asignar fondos para subsidios en efectivo de emergencia. Se espera que el Consejo vote ambas resoluciones en una semana.
La administración del alcalde Jim Kenney está buscando la aprobación del Concejo de la Ciudad por hasta $ 85 millones en fondos de emergencia para enfrentar la pandemia. Aún no está claro para qué se utilizarán los fondos.
Aún así, los trabajadores como Shephard probablemente tendrán problemas de dinero. Antes de que los funcionarios estatales anunciaran el cierre de todas las escuelas de Pennsylvania el viernes, Shephard dijo que no sabía qué haría si sus hijos se veían obligados a quedarse en casa.
“Gano muy poco para pagarle a una niñera”, dijo Shephard. “No sé cuáles serían mis opciones”.
Traductora: Diana Cristancho / Editora: Zari Tarazona / Diseñadora: Jillian Bauer-Reese
Kensington Voice es una de las más de 20 organizaciones de noticias que producen Broke in Philly, un proyecto colaborativo de reportaje sobre mobilidad económica. Lea más en brokeinphilly.org o sígalo en Twitter en @BrokeInPhilly.